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martes, 14 de junio de 2011

Displasia de Meyer


La displasia de Meyer es una entidad que afecta a la cabeza femoral de los niños y se caracteriza por presentar una osificación irregular. Hemos de considerar la displasia de Meyer como una variante de la normalidad del crecimiento. Se conoce también como displasia epifisaria femoral.
La mayoría de los niños con displasia de Meyer no presenten ningún tipo de molestias y el diagnóstico suele hacerse de forma casual por la obtención de radiografías realizadas por otras causas (generalmente radiografías de abdomen o de riñón). Como se ha dicho, la displasia de Meyer no es propiamente una enfermedad sino una variante del proceso normal de osificación de la cabeza femoral.

Enfermedad de Meyer. Aspecto irregular de la cabeza del fémur

 La displasia de Meyer es más frecuente en niños que en niñas y la mayoría de los casos son bilaterales. La mayoría de los casos son diagnosticados de forma casual, al practicar un estudio radiológico que incluye las caderas (radiografía de abdomen o de riñón). Se caracteriza por la existencia de defectos radiolúcidos y fragmentación de la cabeza femoral. Ocasionalmente, algunos niños pequeños, de uno o dos años de edad, pueden presentar una discreta cojera o unas molestias en la ingle.
Cuando el niño presenta dolor o cojera conviene que sea evaluado por un cirujano ortopédico pediátrico que diagnostique el proceso y aconseje la actitud terapéutica. La mayoría de las consultas están en relación con la confirmación o no del diagnóstico radiológico.
 La displasia de Meyer no precisa ningún tratamiento específico, pero sí puede ser necesario un tratamiento sintomático. La displasia de Meyer es un proceso benigno que no deja secuelas, aunque algunas veces la cabeza femoral puede presentar al final del crecimiento una discreta asimetría en su forma... 

Dr. Fernando Salas.
Especialista en Traumatologia y Ortopedia Infantil

miércoles, 8 de junio de 2011

Fracturas en niños


Las fracturas del antebrazo representan el 40 a 50 % de todas las fracturas de la niñez. Las fracturas pueden ocurrir cerca la muñeca en el extremo más lejos (distal) del hueso, en medio del antebrazo, o cerca del codo en la cabeza (proximal) del hueso. Los huesos del antebrazo son el radio y el cúbito. Casi 3 de cada 4 fracturas del antebrazo en los niños ocurren en el radio, cerca de la muñeca.

Signos y síntomas:
Cualquier tipo de deformidad sobre el codo, antebrazo o muñeca
Dolor agudo
Ternura
Hinchazón
Incapacidad de rotar o doblar el antebrazo

Los huesos de los niños comienzan a sanar mucho más rápidamente que los del adulto.

Tipos de fracturas:
Fractura Torus
: También llamada fractura "hebilla." La corteza del hueso por un lado se comprime, y por el otro se produce un arrugamiento que se aleja de la zona de crecimiento. Esta es una fractura estable, no desplazada.
Fractura Metafisaria: La rotura está a través del centro del hueso y no afecta la placa de crecimiento.
Fractura de Tallo Verde: La rotura se extiende en una porción del hueso, con una curvatura en el otro lado.
Fractura Galeazzi: Afecta a ambos huesos del brazo; típicamente hay una fractura del radio y una dislocación en la muñeca donde el radio y el cúbito se juntan.
Fractura Monteggia: Afecta a ambos huesos del brazo; típicamente hay una fractura en el cúbito, y la cabeza del radio se disloca. Esta es una fractura grave y requiere cuidado urgente.
Fractura de la placa de crecimiento: También conocida como una fractura de la zona de crecimiento. La rotura ocurre en o a través de la placa de crecimiento. Estas fracturas pueden afectar la placa de crecimiento del radio cerca de la muñeca.

Diagnóstico y tratamiento:
La mano, la muñeca, el brazo y el codo pueden lastimarse durante una caída sobre un brazo extendido. Para determinar exactamente qué daño ocurrió, el médico obtendrá radiografías del codo y de la muñeca así como también del antebrazo. El médico examinara el brazo para asegurarse que los nervios y la circulación en la mano y los dedos no estén afectados. El tratamiento depende del tipo de fractura y del grado de desplazamiento. Si los huesos no rompen la piel, el médico puede empujarlos (manipularlos) a una alineación apropiada sin cirugía. Sin embargo, cirugía para alinear los huesos y asegurarlos en lugar puede requerirse si:
Se rompe la piel, la rotura es inestable, se han desplazado segmentos de hueso, los huesos no pueden alinearse adecuadamente mediante manipulación, los huesos ya han comenzado a sanar en un ángulo o posición inadecuada.
Después de que los huesos se alineen, el médico puede usar clavos o un yeso para retenerlos en lugar hasta que ellos hayan sanado. Una fractura estable tal como una fractura hebilla puede requerir 3 a 4 semanas en un yeso; un daño más serio tal como una fractura Monteggia o dislocación puede necesitar inmovilizarse hasta 6 a 10 semanas. Si la fractura rompe la placa de crecimiento en el extremo del hueso, el médico querrá observarlo cuidadosamente por varios años para asegurar que el crecimiento siga normalmente.
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